lunes, 18 de junio de 2018

Señora ministra, somos la vergüenza de Europa


Decía Montesquieu: "Un hombre es pobre no ya cuando carece de todo, sino cuando ya no trabaja".

Según los datos del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), más del 21% de los desempleados es mayor de 52 años, la gran mayoría cabezas de familia, estos lo tienen aún más complicado que el resto. El "efecto desánimo" crece exponencialmente entre estas personas, debido a la falta de oportunidades de empleo y, por otro lado, la formación que ya no se adapta a estos “nuevos tiempos” de neoliberalismo salvaje que trajeron las reformas laborales de Zapatero, pero principalmente la de Mariano Rajoy, una reforma laboral sádica, que no es más que un eufemismo del despido libre, la precarización de los salarios y exterminar cualquier tipo de derecho del trabajador o trabajadora.

Las estadísticas son muy importantes, pero solo hay que darse una vuelta por los juzgados de lo social y veremos que los pasillos están llenos de letrados acompañados por personas entre 45-55 años a los que se les ha expulsado del mercado laboral con la única finalidad de ser reemplazados por puestos con salarios precarios, humillantes y que hacen que cualquiera pierda la dignidad como persona.

Pero si consultamos los datos enseguida podemos comprobar que no solo en casos de corrupción, sino también somos la vergüenza de Europa en materia de políticas de empleo (tal vez ambas vayan ligadas). La ausencia de políticas activas centradas en este colectivo son algunas de las conclusiones del informe de UGT centrado en mayores de 52 años en el mercado de trabajo. Un ejemplo, es que durante el periodo 2007-2016, el número de desempleados en este colectivo ha crecido un 322%, una cifra muy alejada del 143% de aumento del número total de personas desempleadas. Los de más de 55 han pasado de 137.500 parados de esa edad a 580.130. Este fenómeno, apunta el informe, queda también reflejado en el peso de este colectivo en el total de parados. En 2007, representaban un 7,4%, en 2016 un 12,9%.



El informe de este sindicato insiste en el efecto desánimo que cunde en este colectivo más que en otros a la hora de buscar empleo. Así, considerando en conjunto el grupo de 55 y más años, un 1,8% de las personas inactivas no busca empleo porque cree que no lo va a encontrar: 192.700 mayores de 55 años lo afirman en 2016, frente a 92.300 personas en 2007, lo que supone un aumento del 109%.
La frustración no tarda en aparecer, buscar trabajo en Internet es desesperante, los motores de búsqueda ofrecen principalmente trabajo precario, exigente y poco retributivo, las ETT’s funcionan como oficinas de esclavitud en el siglo XXI y es difícil encontrar una oferta para ocupar un puesto cualificado que supere los 15.000 euros/año, el resto, son ofertas que en cualquier país decente se denominarían: “puestos de trabajo para hacer un favor al empresario”.

Y es que, según Adecco, el 80% de las ofertas de empleo que se generan en España están ocultas. Al analizar el sistema en el que se enmarca nuestro mercado laboral, la primera bofetada es impactante. Esto quiere decir que dichas ofertas no salen a la luz en ningún portal ni muro visible de empleo, sino que permanecen en una especie de mercado oculto y son cubiertas por las empresas de manera interna: recurriendo a su red de contactos, tirando de las recomendaciones de sus propios empleados, fichando a trabajadores de otras empresas (con lo que las cifras del paro no tienen por qué reducirse).

Cuando nos ponemos a analizar los portales de empleo generalistas más conocidos, de entrada, hay una verdad que parece innegable y que casi cualquier ciudadano podría suscribir: "En los portales de empleo hay suficientes ofertas como para dar trabajo a toda la España desempleada en poco más de un mes". Entonces, ¿cómo puede España seguir teniendo más de 3 millones de parados? La razón, aunque dolorosa, parece obvia: en el peor de los casos, una parte muy significativa de las ofertas son falsas; en el mejor, se trata de empleos de bajísima calidad. Basta con darse una vuelta por cualquiera de estos buscadores para contemplar el desolador paraje: sueldos insultantemente bajos, requisitos de CV imposibles de alcanzar (al menos a cambio del sueldo publicado), ofertas por objetivos en las que ni siquiera hay sueldo, etc. De hecho, los tres perfiles más demandados en Infojobs por poner un ejemplo, son los de comercial, teleoperador y promotor.

Durante la crisis económica, los mayores de 52 han seguido activos en el mercado de trabajo. Así, entre 2007 y 2016 ha aumentado un 46,2% el número de personas activas por encima de los 55 años. En el caso de los hombres el incremento es del 24,9% y entre las mujeres del 85,3%. "Ellas se han incorporado con el fin de mantener los ingresos en el hogar", dice este informe que sonrojaría a cualquier persona decente.

Como consecuencia, el peso de los mayores de 52 años en el total de activos del país ha crecido, así como las tasas de actividad en este tramo de edad. En muchos casos, las personas mayores de 52 años "han tenido que aceptar subempleos, temporales y parciales", denuncian desde UGT, que reseñan que las tasas de parcialidad son en 2017 más elevadas que en 2007 en el conjunto del grupo.

En este sentido, de las 269.700 personas mayores de 52 años que tienen una jornada a tiempo parcial en 2017, un 52,2% "es involuntaria", apunta el informe, por no encontrar un trabajo a tiempo completo, 32 puntos por encima de la tasa de parcialidad involuntaria registrada en 2007.
Además, desde 2007 también ha aumentado considerablemente la tasa de parados mayores de 52 que llevan buscando empleo más de un año, del 50,8 % al 76,2 % en 2016. Esto implica que 442.200 personas de este grupo son desempleados de larga duración, situación que se agrava si se tiene en cuenta que, de ellos, 370.000 llevan más de dos años buscando empleo.

Además, de cara a "recuperar" en los registros de los servicios públicos de empleo a las personas inactivas mayores de 55 años, a juicio del sindicato se debe eliminar de los programas y ayudas existentes la condición de estar inscrito al menos 12 meses, durante los últimos 18 meses. En este sentido, es necesario sustituir este criterio "por otro que justifique la condición de parado" en este grupo de edad. Por ejemplo, sugiere UGT, solicitando la presentación del informe de vida laboral emitido por la Seguridad Social. Asimismo, y con el fin de mejorar "la efectividad" de la sensibilización, será necesario desarrollar acciones desde el sector público y con la participación de los interlocutores sociales y otras organizaciones sociales.

Otra de las medidas propuestas está destinada a cubrir las necesidades de 229.788 personas mayores de 55 años registradas, que no reciben protección por desempleo. Aquí UGT propone emplear la cuantía remanente de la partida presupuestaria de la ayuda de acompañamiento del Programa de Activación para el Empleo de los presupuestos.

Al mismo tiempo, el sindicato propone extender el subsidio de mayores de 55 años, desde los 52 años hasta la edad de jubilación, de manera que las personas desempleadas en ese tramo de edad queden cubiertas con una prestación hasta alcanzar la edad legal de jubilación en el caso de que no encontraran un puesto de trabajo.