martes, 13 de septiembre de 2016

Filosofía para Indecentes


"La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía"
Ayn Rand.

Mire usted señor presidente, usted para poder mirar con un mínimo de vergüenza a los ojos de sus ciudadanos y tener un mínimo de credibilidad en un país hecho trizas por su corrupción y mala gestión, debería haber leído mínimamente a Platón o Rousseau, y tener el más mínimo concepto de lo que es Filosofía Política en vez de hacer disfrutar a esos votantes con tan poca capacidad de análisis político con El Marca bajo el brazo. Con ello, se daría usted cuenta que es aquella materia que estudia racional y reflexivamente temas políticos, como el poder, el Estado, el gobierno, el bien común, la autoridad, los derechos, la justicia, las formas de gobierno y las leyes, y en cuanto a su origen, define la esencia, límites, legitimidad, naturaleza, necesidad y alcances. Pero esto a usted se la trae al pairo señor presidente, porque usted es más del Marca. Usted y su partido se están convirtiendo en un elemento de continua degeneración de la cultura, de la educación, de la justicia y ese orden que tanto usan para meter miedo a sus ignorantes. Usted prefiere aparecer en la portada de sus medios lacayos tomándose unas cañas con el alcalde que eligió al vecino, ese señor tan español y mucho español vinculado por los cojones a la ética política de Confucio en China o Aristóteles en Grecia, a su ética del perfeccionismo vandálico de hacer suyo y de sus amiguetes lo público. Usted es el perfeccionismo de lo obsceno y lo que para usted es una España llena de españoles, le recuerdo que España está llena de españoles que pagamos muchos impuestos, y que Estado no es sinónimo de gobierno.

Si a usted le hubiera conocido Confucio, hubiera creado para usted una nueva rama filosófica basada en la caridad humorística, porque usted provoca risa a todos, porque usted da pena, mucha pena, sin embargo, no tanto como otros tantos miles de españoles que usted ningunea cada día y a los que les suprime cualquier prestación, ayuda o subsidio, enfermos, desahuciados, trabajadores precarios, dependientes, etc. Aquellos que usted con sus políticas a base de la aplicación del rodillo parlamentario, cada día pierden un derecho que nos ha costado años, sudor y lágrimas conseguirlos.

Mire, si usted hubiera leído El Principito, debería recordar aquella frase que dice: "Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones", pues eso es lo que hace usted cada día, mentir y prostituir las palabras para crear un caladero a nuestras personas mayores para y que le voten, no sin antes haberlas infligido grandes dosis de miedo.

Del mismo modo que Aristóteles centró la virtud en el justo medio, el fin del buen gobierno es obtener armonía y paz. Esto le sonará a chino mandarín, porque para usted los conflictos equivalen a votos, ustedes siempre deben tener un "peligroso enemigo" los que usted llama "los malos", porque de ahí siempre obtienen un gran rédito electoral, daría igual que a usted le pillaran robando carteras en mitad de la Gran Vía, a usted solo le votan por miedo.
Esto se traduce en que usted es el presidente con menos apoyos parlamentarios, porque allí se va a hacer política, no a asustar a viejecitas, por ello es usted el más rechazado, ahora bien, con la excepción de su nueva mascota que le apoya incondicionalmente a cambio de un par de sillones en la mesa del Congreso.

Sigamos con Aristóteles, aquel que entendía que política era lo natural del hombre como animal social en busca de una felicidad, esa felicidad que usted nos roba, susceptible de ser abatida cada día a través de virtuosos corruptos en su partido. Entienda las formas de gobierno que Aristóteles identificó y escogió como la mezcla de democracia y aristocracia, que denominó “politeia”.
Y usted que cojones sabrá de esto, señor presidente... 
Porque su modelo político está vinculado a esa inmoralidad que persistió durante la Edad Media, al menos en teoría. Fue Nicolás Maquiavelo quien eliminó el vínculo de la ética de la política para darle un sentido práctico, ocupándose de lo que efectivamente sucede y no del deber ser y este es su modelo, pero terminará siendo su talón de Aquiles. 
Para Maquiavelo se deben tomar todas las medidas necesarias para el bien común sin importar que cierto sector o persona resulte perjudicado, y usted nunca perjudica a sus amigotes, ni a las empresas a las que irán cuando terminen su vida política, tal vez al consejo de administración, tal vez a grandes mansiones en París y otros tal vez en Bancos Mundiales con sueldos estratosféricos libres de impuestos, como sus offshores en los paraisos fiscales.

Señor presidente en funciones, cuando se jubile usted, por favor, lea Filosofía Política, esta también se relaciona con la Ciencia Política, la que estudia cómo son las estructuras políticas y cómo han sido en el pasado, entienda lo que es la Filosofía Política, esta que se ocupa de cómo debería ser el bien común y no el de unos pocos. Verá cuantas injusticias ha cometido contra los españoles y entonces tal vez entenderá que la Filosofía Política es una ciencia especulativa, y que se utiliza muchas veces para justificar las acciones políticas y crea que esto ya lo sabemos, y que usted terminaría utilizándolo a modo absolutismo como forma de gobierno, también, esa que sustentó la Filosofía Política de Hobbes, que decía que el hombre era malo por naturaleza y por lo tanto necesitaba de un gobierno fuerte que limitara sus acciones e impidiera las malas conductas naturales en el ser humano. Aplíqueselo. Pero en cambio, estoy seguro que usted interpretará que la corrupción es innata del hombre y de estados democráticos, y entonces ahí encontrará usted su fundamento, su justificante que tal vez le limpie la conciencia, como en el contrato social de Rousseau y su Filosofía Política que jamás se ha preocupado en comprender ni estudiar para poder gobernar un país que reclama a gritos igualdad social y total democracia.

Entendemos que usted no tenga tiempo para leer ni pensar porque está principalmente pendiente de todas las causas judiciales abiertas en los tribunales contra personas de su partido, pero por favor, deje a otros pensar y leer, porque solo a usted se le ocurre con su “Lomce”, expulsar a Platón de las universidades, y es que usted no quiere a nadie que pueda pensar por sí mismo.