martes, 13 de marzo de 2018

El poder de la ignorancia


Eric Blair es conocido por su pseudónimo George Orwell, nació en la India en 1903 y a los cuatro años su familia regresó a Inglaterra. Murió con cuarenta y seis años de edad. Sus obras más renombradas son Animal Farm y Nineteen Eigthy-Four, traducidas como Rebelión en la granja y 1984, respectivamente. En 1936 Orwell vino a España para combatir en la Guerra Civil. De ideas laboristas, se instaló en Barcelona y se alistó en las filas del POUM, un partido comunista opuesto a la dictadura soviética. Dos años después, publicó Homage to Catalonia, donde daba cuenta de su experiencia tanto en el frente. Le atrajo el entusiasmo revolucionario que encontró entre los anarcosindicalistas: “Los seres humanos estaban intentando comportarse como seres humanos y no como engranajes de la máquina capitalista”.
Señalaba que sus amigos de la CNT  habían sido sistemáticamente denigrados, “y como sé, por propia experiencia, es casi imposible conseguir que nadie imprima nada en su defensa”.

Venga este recuerdo a cuento de las falacias y burdas tergiversaciones de quien evidencia querer a la ciudadanía hundida en la ignorancia de aquellos que leían la prensa en aquella época, hoy es el caso de periódicos como El Mundo, El País, ABC o La Razón, diarios cada día más arrodillados que ya solo pueden recurrir a la fábula para garantizar su supervivencia. George Orwell reconocía tener al comienzo de su presencia en España cierta ingenuidad política, y explicaba que leer las noticias en los diarios solo podía realizarse con una mirada absolutamente descreída” (una actitud inteligente de su escepticismo entusiasta).



Orwell en ese libro homenaje a Cataluña, que escribió antes de que acabara la guerra, anotó frases inolvidables para quien quiera llevar una vida decente, como la de que “es necesario intentar establecer la verdad, tanto como sea posible”; no se puede vivir sin buscarla, sin embargo, para algunos en ocasiones no es ético ser imparcial.

Las políticas educativas en España ha sido secuestradas por la ignorancia, los medios de comunicación recurren al miedo para fomentar la inmovilidad y el fundamentalismo. Lo hemos visto con el problema territorial en Cataluña, Han conseguido dividir en dos a una sociedad, así ha funcionado siempre el bitartidismo en España, y lo peor, la intención de coartar nuestras capacidades como individuo y como colectivo que ha sido un empeño conseguido. A causa de ello, nos reducen a meros consumidores de ideologías pueriles para esclavos de un sistema que ha demostrado una y otra vez su perversidad y a la cual se aferran, porque el miedo es un arma poderosa y es lo único que nos han enseñado desde tiempos remotos y principalmente desde el nacionalcatolicismo durante la dictadura.

Trump, Macron, Rajoy o Rivera, encabezan esta dialéctica enaltecedora de la ignorancia, detrás de ellos están esas poderosas máquinas de poder llamados mercados, que sin ninguna duda, se sienten protegidos por sus políticas para ignorantes, y es que no es casualidad que España encabece la lista de abandono escolar prematuro en Europa, pocas veces les oirás que quieren acabar con esta lacra, su voto potencial en está en ellos, y lo saben.

A la educación la están llamando utopía. La decisión es simple, aunque no fácil, sólo hay que tomar bando. ¿Decidimos desde la ignorancia o desde el conocimiento? Necesitan que votes con miedo. No quieren que aprendas que al final con todo esto somos nosotros quienes tenemos el poder. Nos quieren adaptados en una sociedad profundamente corrupta y enferma y pretenden incansablemnete que nos adaptemos a ella.