Decía el gran periodista Antonio García Ferreras, director de La Sexta a la vez que presentador y reportero caracterizado por decir lo que se le viene en gana, que; “cuando uno no se levanta para hacer amigos, sino para sacar a las cucarachas de su escondite, llegan presiones”. Posiblemente, en un arrebato de humildad solo comparable al de su compañera y colega de profesión Ana Pastor, es donde estos periodistas a vistas del tele vidente parecen (y yo estoy casi seguro que así son de humildes) que Ferreras podrían situarse en la cumbre de la profesión y poder reivindicar el periodismo “irreverente, crítico y apasionado que abomina a los "Caspa Party's" de otras cadenas xenófobas y de extrema derecha avaladas por las curias católicas, que, ni siquiera tienen en los momentos más agraciados de su carrera tienen ese pequeño gesto en la profesión llamado decencia. Decencia para llegar a hacer cualquier competencia, porque su principal labor no es difundir la información, sino captar adeptos y cuan más ignorantes mejor.
Aunque el periodismo que hacen ellos y que nunca aclara el gran Ferreras cuando habla de cucarachas, es si se refiere a políticos corruptos de este gran panorama cinico-político, o a compañeros periodistas de su cuerda, o si habla sobre un equipo de fútbol con un presidente famoso por ser un gran beneficiado de especuladores de suelos públicos, o si se refiere a periodistas de otros medios que pertenecen a su propio grupo. Sí sabemos que cuando Ferreras habla de cucarachas y de periodismo irreverente, crítico y apasionado, está a punto de abrir la puerta grande y dar paso a Francisco Marhuenda y Eduardo Inda. Entonces es cuando empieza el anti-periodismo por la gracia de Dios.
Es posible que te preguntes por qué Francisco Marhuenda pierde los papeles cuando se ataca con toda La Razón de El Mundo la corrupción en el Partido Popular y que desde hace unos años es el ABC de cada día en emisoras y medios no afines al régimen (porque en el resto se silencian como en las mejores dictaduras cocoteras) o cuando se acusa a don Mariano Rajoy de esconderse y de ser el presidente menos preparado de la historia para ser el presidente de un país Europeo como dicen que es España. Sin embargo, cuando se defiende el trabajo de Manuela Carmena al frente del Ayuntamiento de Madrid, no dicen que el Ayuntamiento de la capital en la etapa Ana Botella pagó entre 2013 y 2015 a medios de comunicación 20,3 millones de euros, y por si no lo han adivinado aún, el medio más beneficiado fue La Razón, sí, sí, el diario que dirige Paco, don Paco Marhuenda, ahora condecorado por sus meritorios artículos periodísticos de investigación profunda con la medalla honorífica de comisario honorifico de la policía, ese mismo que ejerce de tertuliano, catedrático, profesor, economista y gran humorista estrella junto a su amigo Edu, Eduardo Inda. Este, sin embargo es solo humorista, humorista de televisión a secas en esos programas de La Sexta donde te los sábados te sacan los colores aunque seas el telespectdor más insensato que ve La Sexta en vez de estar leyendo un libro o charlando con tus hijos o con tu pareja. Programas donde reivindican el periodismo crítico, irreverente y apasionado, pero que tienen audiencia tan solo porque es sabado y la gente prefiere ver desconectar de la realidad viendo semejantes programas segmentados gratinados con una fuerte capa de periodismo polarizo. Es entonces cuando te haces un lío y no sabes si quedarte con esta clase de periodismo o con las mejores frases de Chiquito o de Cañita Brava.
El Periodismo de amiguetes para consolidar el capitalismo de amiguetes. El periodismo al servicio del PSOE, donde puedes encontrar a cada minuto una forma distinta de insultar a tu inteligencia, pero como es sábado por la noche, todo vale.
Es así, que cuan mayor es el medio por el que transcurre la información, mayor es la desconfianza hacia los periodistas en general, pero sobre todo, de aquellos que se presentan como salvadores de la patria y de la profesión. Esos grandes periodistas heroicos que tienen de doble cara, que se enfrentan al poder por la mañana y asesoran y se venden al mejor postor por la noche, que abanderando una independencia y una libertad basadas en los beneficios, siempre su mejor información son los buenos resultados económicos de sus cuentas corrientes, el periodismo, ya si eso tal...
Es así, que cuan mayor es el medio por el que transcurre la información, mayor es la desconfianza hacia los periodistas en general, pero sobre todo, de aquellos que se presentan como salvadores de la patria y de la profesión. Esos grandes periodistas heroicos que tienen de doble cara, que se enfrentan al poder por la mañana y asesoran y se venden al mejor postor por la noche, que abanderando una independencia y una libertad basadas en los beneficios, siempre su mejor información son los buenos resultados económicos de sus cuentas corrientes, el periodismo, ya si eso tal...
