domingo, 12 de febrero de 2017

Una historia triste del socialismo.

"El socialismo no surge de nuestra voluntad, está más allá de los partidos mismos, porque son las condiciones económicas de los países las que lo convocan".
Alicia Moreau de Justo.

La definición de socialismo es sencillamente compleja; este, es la visión de conducir el desarrollo económico y social del país en paralelo, donde “socialismo real”, es el uso de herramientas nuevas y con altas dosis de conciencia.
El socialismo que se inició a partir de la Revolución francesa en 1789, fue el causante del derrocamiento de la clase feudal francesa y paralizó la ascensión al poder de una burguesía, que aún continuaba entendiendo a los estados como modelos lícitos de feudalismo y absolutismo en contra de la voz popular.
Sin embargo, Reino Unido fue la cuna del socialismo, el utópico de Henri de Saint-Simon, considerado padre de la idea de socialismo como proyecto social y fundador del llamado "socialismo utópico" Existen dos causas importantes que dan al socialismo utópico inglés su carácter: la revolución industrial, con su cortejo de miserias para el naciente Proletariado, y el desarrollo de una nueva rama de la ciencia: la economía política. Recordemos entre los principales socialistas utópicos a su fundador Robert Owen (1771-1858), quien fue el primero en considerar al proletariado como clase independiente con intereses comunes.

El socialismo adquirió en Francia un carácter más filosófico que en Inglaterra. Su primer representante fue el conde Henri de Saint-Simon. Propuso la Federación de Estados Europeos, como el instrumento político para evitar las guerras y asegurar la paz mundial. Al mismo tiempo Carlos Fourier, concibió los falansterios (comunidades humanas regidas por normas de libre acuerdo y economía socializada). De la inspiración de los principios fourieristas se constituyeron algunos falansterios. (cada individuo trabajará de acuerdo a su interés y extingue el concepto abstracto de propiedad privada).

Poco después aparece la teoría marxista de Karl Marx, un joven idealista de familia de clase acomodada judía, que desde una teoría crítica del capitalismo, desarrolla una rama que cambiará todos los conceptos del socialismo hasta la fecha, y que más tarde y hasta hoy, siguen siendo propuestas políticas: el socialismo científico.
Karl Marx postula junto a Engels en su obra "El Capital" donde Marx se encontraba en la más absoluta pobreza y fue Engels quién le ayudo aconómicamente.
Marx incide en la diferenciación entre "valor de uso" y "valor de cambio" de una mercancía y la definición de plusvalía, siendo éstas sus mayores contribuciones a la economía política, no obstante, los economistas modernos no utilizan estos conceptos del mismo modo que lo hacen los seguidores de la escuela marxista del pensamiento económico. Marx profetiza que el obrero se convertirá en parte de la mercancía y que la clase obrera bajo el capitalismo deberá aceptar salarios miserables por temor a perder su trabajo.

Hubo una temprana división entre marxistas y anarquistas. El marxismo como teoría recibió muchos ataques e interpretaciones, aún así, algunas de ellas constituirían la base ideológica de la mayoría de partidos socialistas europeos. Más tarde, surge la Revolución rusa y de la interpretación que le dio Lenin, el marxismo-leninismo se convierte en un ideario de los partidos comunistas, todos reagrupados bajo la III Internacional.

La teoría marxista seguía construyéndose en  duros debates con el anarquismo. El anarquismo se enmarcaba dentro de los debates tempranos del socialismo, que como ideal buscaba que las personas decidieran sobre sus vidas directamente. Propugnaban la abolición del Estado y de toda autoridad en corrientes con trasfondo de respeto y valoración al individuo, considera la libertad como el camino y el objetivo del socialismo como fórmula transversal de asociaciones humanas voluntarias, la autonomía para la autoorganización de los movimientos sociales frente a las instituciones del Estado y las multinacionales y monopolios propios del capitalismo. La meta del socialismo libertario se construye como una sociedad basada en las libertades civiles, la equidad social, la iniciativa personal, la cultura, la cooperación moral del individuo, la eliminación de las clases sociales estratificadas, promoviendo estructuras políticas y económicas autogestionadas, descentralizadas y a la vez distribuidas.

El socialismo real alcanza su apogeo político durante el siglo XX en el bloque socialista de Europa, la URSS, estados socialistas de Asia y del Caribe. Media Europa estaba bajo sistemas socialistas y parte del mundo adoptaba o adoptaría el concepto. Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del Tercer Reich en el frente oriental durante la Segunda Guerra Mundial, pues estos mismos posteriormente adoptaron sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista alcanzara un amplio dominio.

Indicadores del auge socialista durante el siglo XX dan lugar al progreso científico, los grandes avances en la tecnología, como fueron los programas espaciales, la tecnología militar, aunque principalmente en la antigua Unión Soviética.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista, encabezado por la URSS, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos, desembocó en un enfrentamiento político que se conocería como Guerra Fría. Se conoció de ella extraoficialmente y fue la competencia por la superioridad en todos los aspectos y lograr así el dominio completo (pero no directo) de la mayor cantidad de países. Culminó con la desintegración de la URSS por fuertes presiones internas y externas y seguida de una repentina crisis en los demás estados socialistas, principalmente los europeos.

En España Corría el año 1979 y el Partido Socialista Obrero Español, abandona la idea del Marxismo por considerarla una "teología escolástica". La madrugada del 20 de mayo, Felipe González abandona el congreso del PSOE, que horas antes había votado contra su propuesta de abandonar el Marxismo, y se marcha a su casa tras anunciar a la ejecutiva que no se presentaría a la reelección como Secretario General. Cumple así con las amenazas que sus hombres de confianza habían filtrado a los delegados para inclinarlos hacia las tesis del aparato.

Tras el desconcierto inicial, desde primeras horas de aquella mañana, Enrique Tierno Galván, intenta organizar una candidatura alternativa sin Felipe. Resultó imposible. Entonces, asistimos todos a un entronizado sepelio del socialismo en España. Porque después el socialismo en España ha sido solo un ridículo sucedáneo.