sábado, 2 de junio de 2018

He aprendido

Hace mucho tiempo que descubrí que las mejores cosas de la vida no son cosas, sino sentimientos. Descubrí que no se compran, ni son gratis, ni se venden, se regalan.
He esperado mucho tiempo a que pase la semana para que llegue el sábado, un año para mi cumpleaños y toda una vida para ser feliz.
Busqué, y alguien me dijo que el amor verdadero no existe, ni se encuentra... se construye. Me di cuenta que nadie está a tu lado si tú no construyes el camino para que venga. Al fin y al cabo, solo somos personas.
Me dijeron que no hay que ser maestro para construir amor, ni soldado para defenderlo, y que casi siempre basta con ser sincero.
Me dijeron que hay que saber olvidar sin decir adiós y descubrí que siempre dije adiós sin olvidar en una vida llena de páginas donde cerré muchos libros en mi biblioteca, donde los silencios entre páginas ya no volvieron a ser canción.


He descubierto que decir sí y no, es muy simple, que son palabras cortas, y que es muy fácil decir “sí” demasiado rápido y “no” demasiado tarde, y casi siempre me hizo perder las mejores oportunidades.
Me han enseñado que perdón no siempre significa que estamos equivocados, ni que otro tiene la razón, a veces, simplemente significa que valorar a una persona es mucho más importante que nuestro propio ego, y que detrás de cada persona siempre hay una razón por la cual es como es. He aprendido que antes de juzgar a alguien hay que pensar que detrás siempre hay una historia, donde sus rosas tienen espinas o donde sus espinas tienen rosas.
Me he dado cuenta que una sonrisa es una de las mejores maneras de resolver un problema y que el silencio solo es la manera de evitarlo.
He descubierto que mi mejor maestro, siempre fue mi último error.